viernes, 24 de octubre de 2014

La RJM llama a repensar la forma de trabajar en la frontera para desarrollar mejor la colaboración entre Haití y RD


La Red Jesuita con Migrantes Subregión Caribe, un espacio de coordinación de la Compañía de Jesús compuesto por parroquias, centros educativos, de espiritualidad, oficinas del Servicio con Migrantes, etc., articulados para acompañar los flujos migratorios en toda la Región de las personas en situación de especial vulnerabilidad, se ha reunido en Dajabón (República Dominicana) del 22 al 24 de octubre, con la participación de delegados de Haití, Republica Dominicana, México y Brasil, bajo el tema central “Realidad social, relaciones binacionales y procesos de documentación en la República de Haití y República Dominicana”.
                                               
Como resultado de los debates, intercambios de experiencias y análisis de las distintas realidades, concluimos de la siguiente manera:

La situación de los DD.HH en la isla es muy preocupante, Haití presenta índices de pobreza en torno al 70% y República Dominicana una media nacional del 40% incrementándose ampliamente en la frontera. La crisis actual de Haití, abarca todos los niveles u sectores de la población, y no se ve una salida para ella. La pobreza se instala y crece, la clase media se ha reducido, la tasa de personas que no tienen acceso a la educación es de un 45%. Esto hace que Haití sea uno de los países que genera mayor flujo de personas en situación de vulnerabilidad debido al proceso de deterioro de las condiciones de vida, la debilidad institucional del Estado y al escaso resultado de la ayuda internacional post terremoto, por ello hacemos un llamado a la sociedad de Haití y al Gobierno para asumir un rol más activo e involucrarse más en el proceso de mejora de las condiciones de vida.
En todos los países los migrantes haitianos se enfrentan a problemas derivados de la falta de documentación, esta situación es un obstáculo mayor de cara a la obtención de la regularización de su status migratorio. Es por ello que en las condiciones actuales, donde República Dominicana ha puesto en marcha un Plan Nacional de Regularización, pedimos al Gobierno de Haití las medidas administrativas necesarias para facilitar la documentación a sus nacionales, a través del Plan de Documentación e Identificación de los Inmigrantes Haitianos, la bajada del costo y la apertura urgente de las oficinas en Barahona, Higüey, Santiago y en diversos puntos del país para el acceso a un documento de identidad personal que les permita poder acceder a la normalización de su estatus migratorio en República Dominicana. De esta manera se podrá reducir la vulnerabilidad de los migrantes como un paso para el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y la eliminación de todo tipo de discriminación.

En el análisis realizado en este encuentro acerca del Plan de Regularización de Extranjeros que se está desarrollando en República Dominicana, constatamos que a pesar de que se han hecho algunos esfuerzos normativos por parte de las Autoridades dominicanas, gran parte de las medidas adoptadas tienden a poner obstáculos a las personas que desean regularizar su status migratorio. La falta de una campaña de información y sensibilización, la poca capacitación de los funcionarios de estas oficinas, la ausencia de traductores y la no apertura de todas las oficinas han traído como consecuencia que hasta la fecha de 524,632 personas susceptibles de optar al mismo solo 1,541 han conseguido registrar su solicitud con posibilidad de ser aceptada y han sido entregadas únicamente 73 tarjetas de residencia. De persistir estas circunstancias, la gran mayoría de extranjeros que residen en el país y que han aportado al desarrollo cultural, económico y social de República Dominicana no podrán regularizar su estatus migratorio. Es por ello que también hacemos un llamado a las Autoridades dominicanas para eliminar las trabas, evitar las deportaciones durante el proceso de documentación y atender las recomendaciones que en este sentido la reciente sentencia de la Corte Interamericana de DD.HH le da a nuestro país.

Este es el momento para que los distintos gobiernos locales y centrales de Haití y República Dominicana colaboren en las buenas relaciones culturales, humanas, comerciales y educativas entre sus habitantes, especialmente en la frontera donde existen unas raíces culturales y una historia de solidaridad entre los dos pueblos que une ambos lados. Prueba de ello es la iniciativa que se va a realizar el 8 de noviembre en Dajabón llamada “Puente entre naciones”. Es por ello que hacemos un llamado a todos ellos, a la sociedad civil, a las autoridades y a los organismos internacionales para fomentar la relación que ya se da en la base y cooperar con el objetivo de fortalecer las relaciones culturales y comerciales que son el motor económico de la región. Para ello, la situación actual de la frontera amerita por parte de los dos gobiernos una mayor inversión, la necesidad de repensar la forma de trabajar para desarrollar más la colaboración binacional, el comercio y la implementación de la carnetización de los habitantes fronterizos conforme al art. 81e de la Ley 285-04.
 
Los/as delegados/as de la Red Jesuita con Migrantes Subregión Caribe a esta reunión, vemos que nuestra frontera tiene grandes posibilidades para dar un ejemplo de una forma de trabajar para la construcción de un nuevo modelo de sujeto fronterizo, por ello reiteramos nuestro compromiso a servir a las personas migrantes más vulnerables y a sus familias en el Caribe y América Latina.


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